sábado, 28 de mayo de 2016

Alberto Escámez, padre de un género

Alberto Escámez López nació en Linares en 1896. Por motivos familiares se trasladó a Málaga muy joven. Fue en esa ciudad donde, allá por los años veinte, comenzó a componer marchas procesionales para el género de las Bandas de Cornetas y Tambores, en concreto para la Banda del Real Cuerpo de Bomberos. Estas marchas estaban dedicadas principalmente a los Titulares de varias hermandades de Málaga. Algunas de las más destacadas pueden ser “Virgen de la Paloma” (1923), “La Soledad” (1924), “Nuestra Señora de Consolación y Lágrimas” (1929) y “Santísimo Cristo del Amor” (1944). Muchas de sus marchas llegaron a Sevilla mediante la Banda de la Policía Armada, algunas de ellas con nombres distintos a los originales.

En 1950 deja Málaga para dirigir la Banda Municipal de Adra (Almería). También dejó casi por completo el género de las Bandas de Cornetas y Tambores, aunque continuó su relación musical con Málaga y la Banda del Real Cuerpo de Bomberos. La dirección de la Banda Municipal de Adra la compaginó con la dirección de una banda alicantina, la “Unión Musical Torrevejense” de Torrevieja. Allí falleció en 1970.

Entre su extensa producción, principalmente de obras para cornetas y tambores, también podemos encontrar marchas procesionales para bandas de música, zarzuelas, cuplés, obras para piano…


En resumen, podemos decir que este músico militar fue el iniciador de un género musical dentro de las marchas procesionales, que posteriormente fue añadiendo otros instrumentos y fue creando composiciones muy alejadas de las originales, pero que nunca olvidará (o no debería hacerlo) sus raíces y nombres como el de Alberto Escámez.